Dividida en tres volúmenes independientes, la vivienda utiliza grandes superficies acristaladas para garantizar que la luz natural inunde cada espacio y que las vistas del bosque estén siempre presentes. Estos ventanales, combinados con pasillos acristalados que conectan los diferentes cubos, convierten el recorrido por la casa en una experiencia inmersiva en el paisaje, borrando los límites entre interior y exterior.

Además, los patios interiores, abrazados por los ventanales, no solo preservan parte de la arboleda existente, sino que crean un microclima único y una continuidad visual que potencia la relación entre los espacios habitables y el entorno. Porches generosos complementan el diseño, actuando como transiciones suaves entre la vivienda y el exterior.

La materialidad de los cristales, con acabados opacos que reflejan el bosque, añade una dimensión etérea a la vivienda, integrándola visualmente en su contexto. Este enfoque convierte a las ventanas en algo más que aberturas: son el alma del proyecto, enmarcando el paisaje, maximizando la luz y respetando el espíritu del bosque que rodea a esta singular casa.

Proyecto: Casa entre pinos

Localización: Pozuelo de Alarcón, Madrid

Arquitectura y diseño: Olalquiaga Arquitectos

Fotógrafo: Imagen Subliminal

Año: 2022

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Proyecto: Casa entre pinos

Localización: Pozuelo de Alarcón, Madrid

Arquitectura y diseño: Olalquiaga Arquitectos

Fotógrafo: Imagen Subliminal

Año: 2022

Enclavada en un extenso bosque de pinos y encinas, esta vivienda unifamiliar redefine la conexión entre arquitectura y paisaje a través del diseño de sus ventanas. Desde su concepción, los amplios ventanales han sido clave para integrar la casa en el entorno natural, permitiendo una conexión visual y funcional con el jardín que la rodea.

Dividida en tres volúmenes independientes, la vivienda utiliza grandes superficies acristaladas para garantizar que la luz natural inunde cada espacio y que las vistas del bosque estén siempre presentes. Estos ventanales, combinados con pasillos acristalados que conectan los diferentes cubos, convierten el recorrido por la casa en una experiencia inmersiva en el paisaje, borrando los límites entre interior y exterior.

Además, los patios interiores, abrazados por los ventanales, no solo preservan parte de la arboleda existente, sino que crean un microclima único y una continuidad visual que potencia la relación entre los espacios habitables y el entorno. Porches generosos complementan el diseño, actuando como transiciones suaves entre la vivienda y el exterior.

Enclavada en un extenso bosque de pinos y encinas, esta vivienda unifamiliar redefine la conexión entre arquitectura y paisaje a través del diseño de sus ventanas. Desde su concepción, los amplios ventanales han sido clave para integrar la casa en el entorno natural, permitiendo una conexión visual y funcional con el jardín que la rodea.

La materialidad de los cristales, con acabados opacos que reflejan el bosque, añade una dimensión etérea a la vivienda, integrándola visualmente en su contexto. Este enfoque convierte a las ventanas en algo más que aberturas: son el alma del proyecto, enmarcando el paisaje, maximizando la luz y respetando el espíritu del bosque que rodea a esta singular casa.

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